19.4.05

La esquizofrenia del gato

¿Qué se puede contar cuando no se tiene nada que contar?
Mentiras, vamos a contar mentiras.
Rey en su casa, el líder del papel higiénico, con un lujoso chalet en el comedor y comida en cualquier plato. El suelo es la palma de su garra. Mirada felina (¡claro!, es un gato).
Pero un día apareció otro de su especie, era tan guapo como él, tan rápido como él, un gran competidor.
A dónde iba él su contrario le seguía, cuando atacaba su oponente le atacaba con su misma arma...sólo la noche les separaba, de día eran la pareja inseprable, aunque su odio aumentaba cada día que pasaba...
Mañana prepararía el ataque definitivo para librarse de aquella pesada compañía que sólo movía la boca a la vez que él le hablaba. Era odioso.
La noche pasó tranquila, pero no pudo dormir, su contrario no hacía ningún ruido y temía un ataque por sorpresa.
Ya era de día, era su momento, vió a su enemigo mirándole y fue corriendo en un ataque kamikace, el otro gato se percató y fue a por él...
Los cristales se le clavaron por todo su felino cuerpo...pero había ganado, su enemigo desapareció para siempre.

1 comentario:

Diego Stabilito dijo...

Cuando no se tiene nada que decir...son las gilipolleces las que salen a la luz, esta es una de ellas.