Diario de Yo - Cierra el devizio...

Urbanismo, urbe, lo que quieran. Pero que se están cargando la cosa. Primero fue la Bass Space...que dejaba junkies colgados cada mañana mientras la señorona iba al rastro...¡qué pavor! Se atrevieron, tuvieron la desfachatez de volver a colgar carteles anunciando conciertos, conciertazos (Standstill, Gnaposs, Circodelia, el concierto de Aspanoa...) y luego zapatazo en toda la boca, sin posibilidad de esquivarlo ni una ni dos veces, cierre al canto. Ojos tristes.

La mecha se volvió a prender, esta vez rozó lo mítico, casi me atrevo a decir que lo más nuestro, el cabaret musical por excelencia de la ciudad del viento, el sitio elegido para las medianas audiencias, el escenario perfecto. Murió. El disparo fue mortal de necesidad y una herida a bocajarro es difícil de curar. El resultado: cierre indefinido y un concierto de un tal Quique González que tuvo que luchar contra viento y marea para sacarse adelante, La Casa del Loco es la alternativa. Más pequeña, más sudor y menos conciertos.

Quizás volvimos a ver la luz con la reapertura del Devizio, nuestro Devizio. El lugar que nos acogió tiempo ha, cuando éramos jóvenes y meneábamos nuestras melenas al ritmo del frenético ritmo. Gritos en la sala. Alegría y alboroto y conciertos al canto. El sitio perfecto, barras a los lados, recinto rectangular. ¿Quién da más?

La respuesta es fácil, el mismísimo ayuntamiento. Sí, sí, aquel que nos dejó la ciudad bonita, el de la Expo del bicho feo y de la revolución cultural. El mismo que trajo a Dylan, a los de Operación Triunfo y nos dejó tocar en una salita apartada (para no molestar a nadie). El ayuntamiento siempre da más, da tanto que ahora vuelven a cerrar el Devizio (para conciertos digo), ahora que apenas molestaba. ¿Crisis? Grande, la cultura musical está palmándola, tiene un cáncer terminal que le está consumiendo los intestinos.

¿La cura?