Esta semana volvemos a encontrarnos con Enrique Bunbury, han sido muchos nuestros encuentros y de todos hemos sacado algo muy positivo. Mi desvirgamiento fue en su templo, el Príncipe Felipe, en el concierto de presentación del Flamingos con un desacertado Jaime Urrutia teloneando. La compañía fue muy grata, mi hermano Blasco, Colás y mi mejor amiga Esther, un calor sofocante pero un conciertazo en toda regla, el primer impacto fue de K.O. Mi amiga Esther me había dado mucho el coñazo con que escuchara Radical Sonora, finalmente lo hice y caí prendido, Flamingos lo compré el primer día que salió a la venta a primerísima hora. Me encantó.
En la misma gira le vimos en la Plaza del Pilar el día que ejerció de pregonero, otro concierto para la historia para más de cien mil personas...increíble. Vino El Viaje a Ninguna Parte, la desastrosa firma de discos en la que tiré su botella de agua por la mesa y le robé una patata frita, el disco aunque irregular era muy rico, su presentación con seis días en el Teatro Principal fue más. Logré ahorrar e ir a dos de las noches. Ya en la presentación del Freak Show hizo un concierto (más bien medio por problemas con el Ayuntamiento) gratuíto en Independencia. Además fuimos al concierto del Carpódromo (creo que por ahora el concierto en el que más he disfrutado con la comunión Bunbury-Público) y en el fatídico concierto de Zuera en el que en la quinta canción Enrique dijo basta y huyó de la escena por un tiempo. Luego vino la reunión con Héroes del Silencio y los dos conciertos en La Romareda. La expo y su frustrante concierto de presentación en la Feria de Muestras y su redención el año siguiente de nuevo en el Príncipe Felipe. Éste es el último que le he visto, en total 11 veces hemos coincidido Enrique y servidor, y de las 11 en todas he sacadon cosas positivas, ahora viene con mi disco preferido de él bajo el brazo...el Viernes veremos lo que sucede...
No hay comentarios:
Publicar un comentario