21.2.12

Diario de Yo - Y España murió de repente.


Valencia es el reflejo del mapa político, ideológico y filosófico español. Corrupción, agresión, revelelión, protesta, sangre. Lean el periódico que lean la información estará contagiada por unos y por otros. Gracias a Youtube podemos hacernos una ligera idea de lo que ocurre en las calles valencianas. Un anciano empujado por tres antidisturbios agarra una porra al policía y se defiende con ella. En Facebook dos caras: es un bastón de ciego versus está amenazando al policía. Este anciano se defiende como puede. Dos adolescentes son empujadas contra un coche versus no hacían caso a la policía y merecen la reprimenda. Estas adolescentes habían entrado, sin lugar a dudas, en pánico, absorbidas por los acontecimientos. Un adolescente recibe una bofetada de un policía versus un adolescente no obedece a la ley. Un adolescente recibe una bofetada sin venir a cuento. Y es por eso que estos días ando triste con motivo. Porque los de derechas defienden los actos crueles de la policía escudándose en el discurso de "ahora los rojos protestan en la calle siendo los socialistas los que nos han metido en este embrollo". Policías, gente acomodada o personas que han recibido una educación a lo largo de su vida y han decidido seguir la doctrina de un partido político de extrema derecha. Señores, aquí defendemos la libertad, los valores humanos y la solidaridad, no estamos defendiendo en ningún momento al PSOE, al PP, a los sindicatos ni a todas las madres del mundo que venden a sus hijos a cambio de joyas. Aquí la lucha no es entre nosotros, ni tan siquiera entre los perros de presa del estado. La lucha es contra los que se han beneficiado a costa de nosotros, los que han jugado con nuestros destinos, los que han oscurecido el futuro de cualquier español de clase media-baja. Salimos a la calle porque estamos hartos de este gobierno, del anterior, de los banqueros, del señor Camps, etc. Ya no existe la izquierda, al menos políticamente hablando, existen las personas. Y ustedes desde su derecha no muestran aquella solidaridad que han aprendido en sus iglesias entre oración y oración. Por Dios, hasta el niño Jesús se sonroja.
Por supuesto que este texto está lleno de demagogia, también de rabia, incluso de ira contenida. Pero tengan en cuenta que la situación me ha sobrepasado como a cualquier español medio que odia las banderas, las fronteras, los credos, los conflictos pero que está harto de recibir bofetada tras bofetada de la mano de gente sin escrúpulos. No hago la maleta pero el panorama es negro y triste, sobre todo triste.

1 comentario:

JL Gracia dijo...

A mi no me parece demagógico para nada, es más, estoy completamente de acuerdo con lo que has escrito. Es de vergüenza a donde estamos llegando en este país.

Saludos