Diario de Yo - Apañados vamos...

Seamos francos (con perdón): todo el mundo está acojonado por la situación actual. Dígame su situación actual y le diré quñe miedo padece o padecerá. Todos estamos maquinando la solución del problema. Unos se muestran relajados pensando en que el asunto es pasajero, otros claman al cielo buscando la venganza definitiva en un acto sangriento (con lugar, seguramente, en el Congreso de los Diputados), otros buscan la ayuda divina y otros simplemente sonríen pícaros pensando en cómo aprovecharse de la situación. Estamos jodidos, siempre lo estuvimos y, con total seguridad, siempre lo estaremos. Pero mientras los unos se comen a los otros, los de más allá seguiremos siendo como somos. Diciendo unas cosas u otras pero siendo fieles a la humanidad que tanto bueno nos ha dado. Mis padres, que seguramente habrán salido ya en este humilde blog, están un poco menos preocupados que servidor, que es muy actor y oculta bajo un maquillaje de alta graduación un halo de tremebunda preocupación. A la mierda el negro del don't worry be happy. No obstante todavía conservo la sonrisa en la cara y el alma (los ateos también la tenemos) preparada para cualquier señal. Tenemos Stabilito para rato, también tenemos humanidad, el bienestar lo llevaremos donde haga falta y donde no también. Porque, siendo sinceros, bienestar es cualquier situación en la que seamos felices (hasta esas en las que los banqueros son solamente personajes caricaturizados con sacos marcados por el símbolo del dólar). Todo llegará, tarde o temprano, con sangre o sin sangre, siempre amanecerá al día siguiente, con techo o sin techo. Y para finalizar les daré una esperanza, un consejo más bien: los vagabundos son seres solitarios, personas que no solicitaron la ayuda, que no supieron mantener una amistad tan firme como para dejarles un hueco en su corazón. Si no están enfermos de la cabeza (y eso, no hace falta aclarar, que es  una putada) no se preocupen que sobreviviremos a todos los HIJOS de PUTA del mundo, les pasaremos por encima de una manera u otra e incluso aprenderemos a ser felices con o sin ellos. Perdonen que la balanza siga bailando y no se decida pero últimamente estoy abandonado la violencia.