4.3.05

Noches con olor a nada

Pasa el tiempo y sigo esperando algo que cambie el rumbo de mi vida, un deseo, que llegue algún desvío y me convierta en algo que sólo los sueños me muestran.
Y es que las noches, que se suponen son de descanso, se han convertido en pura y dura acción del pensamiento, la mente nunca se borra del todo y quedan pedacitos de la vida en dónde se supone que tendría que haber vacío. Los retazos del día anterior, del pasado e incluso de un futuro que nunca llegará, todo esto hace que últimamente mi televisor se apague mucho más tarde, que mis párpados aguanten el cansancio y que las musas me hayan abandonado por un artista alemán cuyo nombre no mencionaré.
Es mi esquizofrenia particular, mi doble vida, mi personaje, es la globalización de mi persona la que realmente está sufriendo.
Frases sueltas que al fin y al cabo nunca dirán nada...

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