Palabras...

Los seres humanos (disculpenme si me incluyo entre ellos) tendemos a buscar siempre lo más complicado, no hay solución fácil a la vista, no hay color primario, todo son mezclas.
En este sentido, en el de las rarezas digo, las palabras se llevan la palma, el premio gordo. Palabras que no significan nada, rueda de significados posibles, ¿quién acertará? La respuesta es lógica, obviamente nadie tiene la razón, ni tan siquiera el escritor, quien presa de las musas da rienda suelta a la tinta y esculpe figuras en el papel adquiriendo éstas sentido sólo en la mente del lector.
Es un juego divertido, si se hicieran estudios seguramente el 80% verían sexo en los escritos, será cosa de la televisión...pero yendo más allá de toda esta auténtica estupidez (permitanme la grosería), las palabras que no dicen nada (al igual que las "promesas" de los de Vigo) tienen su propia melodía, su armonía y su vida propia, evolucionan con la sociedad, la cambian de hecho...
Todo esto ha sido un auténtico ejercicio barato de pedantería y sumisión a la red, ruego acepten mis disculpas y sepan perdonarme.