Acto autobiográfico de egocentrismo acelerado.

Adoro la forma que adquiere tu boca cuando sonríes.
Adoro tu figura desnuda sudando debajo de la mía.
Adoro cuando eres tú la que estás encima mío.
Adoro el tiempo pasado sin hacer nada.
Adoro las horas pérdidas mirando a través de la ventana del autobús.
Adoro preguntarme cosas estúpidas.
Adoro seguir soñando.
Adoro seguir respirando y no darme cuenta de ello.
Adoro las noches en las que pienso que tú me dejarás por otro.
Adoro nuestra forma de ser, el uno con el otro y viceversa.
Adoro a la persona que está dentro de mi cuerpo.
Adoro sentir cada gota de agua resbalando por mi cuerpo desnudo en la ducha.
Adoro la sonrisa inocente de los bebés.
Adoro criticar la música.
Adoro cuando parimos nuestra propia música pues es lo que más nos va a acercar a las mujeres.
Adoro mi música.
Adoro mi voz pues es mía y solamente ella puede expresar lo que YO siento.
Adoro escribir cosas que no le importan a nadie.
Adoro que la gente a la que no le importan mis cosas escritas le de por hacer críticas destructivas sin sentido alguno.
Adoro cometer faltas ortográficas y que haya alguien más listo que yo que las corrija.
Adoro la palabra Joder y todas sus derivadas.
Adoro cuando me arañas la espalda.
Adoro el jodido rock and roll.
Adoro quejarme de que no tengo dinero y no hacer nada por evitarlo.
Adoro ser vago.
Adoro ser mal hijo, mal hermano, mal nieto, mal sobrino, mal primo, mal novio, mal amigo.
Adoro creerme el centro del mundo y saber que las masas son el principio de la destrucción del planeta.
Adoro ser técnico superior en algo de lo que no tengo ni zorra idea.
Adoro saber que cuando sea viejo (si es que llego) me seguirán gustando las mujeres jóvenes y bonitas.
Adoro las arrugas que se formarán en tu cara cuando envejezcas.
Adoro el no saber que pasará mañana.
Adoro el no importarme que pasará mañana.
Adoro...