No puedo más, el ritmo es frenético y aquí me quedo. Reconozco la derrota, la vida corrió más rápido y yo sólo tropezaba, una y otra vez.
Aquí me planto, te enseño mis cartas, no te preocupes no hay nada más que malas jugadas, algún siete de oros, algún as de copas pero lo demás todo para el arrastre.
Mentiría si te dijese que toda mi vida fue pura felicidad, mentiría...
Nunca pude pintarte, no querías posar para mis cuadros y mi mente hacía tiempo que estaba enferma. Ya no importa ¿sabes? Pensé en alternativas, pero sin duda alguna el suicidio será mi mejor final, ni divorcios ni separaciones ni más mentiras. En esta carta solamente te muestro mi verdad. Sé lo de tu aventura, creeme, hay demasiados indicios y no supiste borrar las pruebas.
Aquellos mensajes en el móvil que destrozaban mis nervios, las noches de "trabajo", llamadas sin emisor...no te lo reprocho, hacía mucho que no funcionábamos. Ahora me despido de ti, me despido de mis hijos pero sobre todo me despido de mi recuerdo. La metamorfosis comienza, ya me pasó en mis tiempos de feto, puedo recordar mi imagen como un encuentro sexual. Ahora pasaré a ser fotos, momentos, situaciones que se irán esparciendo y muriendo poco a poco, una a una y lentamente. No me guardes rencor.
Atentamente.
Antonio.
1 comentario:
aunque el suicidio no sea la solucion acelera el proceso de exterminio de gentes estupidas e inutiles
Publicar un comentario