7.7.05

Carta de Asunción Sola Gracia a su marido Antonio.

Empezaré una vida sin ti, sé que al principio me costará pero...¡qué cojones, el muerto eres tú!
Nunca me gustaron los cuadros que pintaste, eran horribles y alguno incluso llegó a asustarme tanto que tuve que descolgarlo para poder tener un sueño tranquilo.
Tampoco me gustaba tu forma de pensar, atentando contra cualquier forma religiosa que surgiera delante de tus narices, al final tuviste lo que merecías, una misa cristiana de regalito, ¿y qué? Ahora tendrás que elegir cielo o infierno, bastardo caprichoso.
Tengo que confesarte que el día que te fuiste respiré tranquila, tengo un amante y ya no sabía cómo ocultarlo, tu muerte me ahorró tantas explicaciones...Aún así conservo todavía algún que otro recuerdo, los niños sino estarían preguntándome todo el santo día y creeme, me he vuelto una vaga, la casa está sucia, el olor a mierda del baño es muy fuerte y la cama sigue deshecha, no volví a dormir en ella. Seguramente la daré a los pobres o la quemaré, ¿sabes? voy a intentar borrarte de mi vida, incluso puede que me quite todos los dientes y me ponga una preciosa dentadura postiza, así podré quitarme tu sucio aliento de una vez.

1 comentario:

tuba dijo...

delo mejor que se ha escrito en esta página...la puta esa:una cobarde y una aprovechada.