29.8.05

El ladrón de musas II

Volví a mirarla mientras degustaba un whisky escocés que el camarero me había servido con la coletilla "es lo mejor que tengo señor Martinson". Shaffintwer siempre me convencía con esa frase pidiera lo que pidiera.
- ¡Una cerveza Ruffus!
- Tenga, es lo mejor que tengo señor Martinson.
Siempre. Ruffus Shaffintwer era un buen hombre, sin lugar a dudas marcado por algún trauma infantil, su rostro no podía ocultarlo. Era un joven austriaco que había venido hace dos años en busca de algo de fortuna, por supuesto su sueño se esfumó y terminó malviviendo en aquella taberna.
Mientras pensaba en la infancia de Ruffus me volví otra vez hacia ella. No estaba, la bella dama había desaparecido, giré la cabeza a un lado, al otro, nada...
- Sic...
Resignado emprendí mi larga huída al retrete pagando antes la bebida al muchacho e instándole a que se quedara con el cambio, le haría falta.
Abrí despacio la puerta y...

(Continuará...)

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