13.9.11

New York, New York (Capítulo V - La cima del mundo -casi-)


Manhattan es inmensa pero si hay algo que es la muestra perfecta de su caos ordenado es Central Park. Un rectángulo perfecto en mitad de la selva de cemento. Únicamente recorrimos la mitad inferior pero nos bastó para ver decenas de niños “disfrazados” de los Yankees y bateando fuertemente la pelota con el espíritu de un niño europeo que sueña con emular a Iniesta. Nos perdimos por el bosque encantado de Alicia, por el destino de Lennon en sus campos de fresas, ascendimos al castillo y depuramos nuestros sándwiches a favor de las ardillas y los petirrojos. Muchos prefieren un guía a dejarse llevar por el césped americano, éstos suelen ser de origen latino y, por cierto, muy pesados. Otros deciden coger un carro con caballos y los que más se deciden por las zapatillas Nike (allí las naikis) y ancha es Castilla (y más ancha todavía Norteamérica).

La vista desde el Rockefeller es impresionante (el Top of the Rock). Imagínense contemplando a un lado el monumental Empire State y al otro el monumental Central Park. Algunos (y lo digo por Leticia) se dejaron llevar demasiado y el vértigo hizo de las suyas. El Top of the Rock está montado como una atracción de ferias con fotito al principio (emulando a los trabajadores del edificio –por cierto terroríficos los fotógrafos, así no compra nadie-) y con un ascensor totalmente preparado para espectáculo (¡ojo! Sesenta y dos pisos en apenas quince segundos). La vista exterior del edificio es también parte del encanto de la zona.

Todo lo conocido (y lo reconocido) de New York está a paso de peatones y es por ello que Broadway se sitúe en pleno Times Square (la mayoría de los musicales vaya). En nuestro viaje pudimos catar dos: el primero fue The Lion King. Olvídense de la película de Disney, el argumento es el mismo pero la experiencia que van a vivir no se parecerá en nada. Merece muy mucho la pena que se dejen llevar por el patio de butacas aunque no tengan ni papa de inglés. El otro que vimos fue el de Spiderman, nuevo por la zona. Vencí mi escepticismo con el visionado. Espectacular tanto el show como la Banda Sonora (temas compuestos por U2). Y ya cuando me entere de que el actor principal (que resulta que vimos al suplente) va a interpretar el papel de, nada más y nada menos, Jeff Buckley, supe que la decisión había sido acertadísima.

Por la zona pueden acceder a cotarros como St. Patrick, el Atlas o perderse en la marea de taxis amarillos que no paran ni aunque te atropellen. Con un poco de suerte lanzarán un Fuck Motherfucker y todo arreglado. Nueva York es lo que tiene, que está lejos pero tira mucho…el próximo capítulo será la última entrega. Si necesitan a alguien trabajador, Diego Stabilito es su hombre…y si hace falta hasta su mujer.

2 comentarios:

2isone dijo...

Increíble skyline, increíble parque, increíble atmósfera, increíbles skycrappers, increíble música, increíbles tiendas, algo increíble llamado New York City.

You known mean?

Buena entrada marinero, sigue así. Lo del actor es fanboy total, que vaya hacer de Jeff, no dice nada a favor de la obra.

Diego Stabilito dijo...

Con la obra te refieres a Spiderman o al biopic de Buckley?? respecto al musical de Spiderman decir que lo han bordado, tanto BSO como decorados y actuaciones. Respecto al biopic mis miedos tengo de que se convierta en un melodrama de Antena 3...ya sabes, padre desconocido, muerte trágica joven, etc...espero que lo enfoquen más a las noches locas del Sin'e, a su amor por la música árabe, a Edith Piaff y por qué no también a Tim Buckley pero en su justa medida...mañana o pasado última entrada neoyorkina!