6.9.11

New York, New York (Capítulo IV - City of lights)


Todo el mundo nos había dicho que no merecía la pena pagar por ver la Estatua de la Libertad, una de las imágenes más reconocibles del mundo. Decidimos coger el ferry dirección State Island totalmente gratuíto. Y lo hicimos dos veces, una de día y otra de noche. La estampa es totalmente mágica, por un lado del barco puedes ver de cerca el preciado monumento, en el otro el skyline totalmente definido. Con nocturnidad y alevosía el panorama queda más cinematográfico si cabe. Pasear por la zona de Battery Park es muy agradable, todo muy verde y muy americano. Se supone que el paso de Irene iba a destrozar la zona y finalmente quedó incluso más verde.

Cerca está Wall Street con todos sus edificios gigantescos, sus trajes y maletines andantes y sus turistas chinos, y solamente me remito a los chinos porque son los turistas más pesados con los que puedas compartir un viaje. Su obsesión por reflejar todo momento del viaje les hace a filmar horas y horas de vídeo casero, a fotografiarse con el famoso Bull de Wall Street sin dejar al resto de turistas aparecer solos en la foto. Y lo peor de todo, fotografían sin ningún sentimiento de la estética, tiqui-taca, flashazo aquí, flashazo allá y si no sale bonito no pasa nada que tenemos 4 tarjetas de cincuenta gigas.

La Zona Cero (a punto de estrenarse) deja el gran espacio que ocupaban las Twin Towers del WTC. Todos conocemos la historia, la fecha y tenemos en mente el grito de Matías Prats Jr. La verdad es que ese día cambió la vida de mucha gente y no es de extrañar viendo la altura del resto de rascacielos colindantes. Aquello debió de ser como si los Ovnis de repente se llevarán el Pilar, la Aljafería, La Seo, la Torre del Agua y el edificio de Ibercaja de una tacada.

Por la tarde paseo por Times Square en el que los familiares se pueden conectar a la red de videocámaras del lugar para ver que sus hijos están sanos y salvos aunque seguramente peor alimentados. Times Square es el consumismo puro y duro, es la luz, es el dólar y es el ajetreo, Times Square es Broadway, Naked Cowboy y negros vendiendo “free cds”. El primer día de visita nos dejamos caer en el Planet Hollywood (sic) en el que pagas la tontería pero te puedes poner hasta arriba de soda (recuerdo: Coca-Cola, Fanta, Sprite…), el segundo nos decidimos por Bubba Gump en el que la decoración del bar te lleva en un instante al mundo de Forrest Gump. Por supuesto todo son gambas, malas pero gambas. Mi recomendación: la pasta con gambas con salsa de limón.

En Times Square están las tiendas más espectaculares del mundo: M&Ms, Toys’r’us y FAO, la tienda del famoso teclado de “Big, big, big” en el que por casualidad nos encontramospertura en la que todos los dependientes hacían pasillo a los clientes aplaudiéndoles y dándoles bravos y hurras por doquier. Uno se siente como un campeón de la Champions League.

Paseando por la zona puedes descubrir esculturas que luego se ven en el Moma, escaparates frikis, restos del Muro de Berlín y muchas luces de Neón. Siempre es de día en New York. Mañana más y mejor que seguimos en paro y con ganas de trabajar.

No hay comentarios: