Un día te levantas y todo va mal. Te duele la cabeza, notas reseco en la boca y los ojos lloros, paso previo a un posible resfriado. La radio, a todo volumen, suelta improperios a través de la voz de Dolores Serrat. El nombre le viene que ni pintado. Resulta que las oposiciones se paralizan, algo a lo que estás dedicando todo el año se suspende en el aire. Y para colmo se habla de otro temario cuando ya has gastado mucho dinero en uno con el borrador ya aprobado. Sabes que te vas a tener que ir a Canarias o a Andalucía y que aún así no tendrás trabajo hasta...Para colmo de males el adaptador a la corriente de tu ordenador se rompe de la noche a la mañana, y claro, un día sin ordenador a estas alturas...Bajas a la calle y cuando emprendes tu camino en bicicleta empieza a llover. Los astros se han alineado y comprendes que el fin del Mundo es éste. Muchos se suicidaron por menos. Sin embargo recapacitas, te tomas tu minuto de calma. Recuerdas lo mucho que te gusta sentir la lluvia en tu cabeza, que te encanta la inercia de cada pedaleo sentado en el trono de tu bicicleta. Recuerdas que tienes una familia que no te mereces y que te apoyará siempre. Recuerdas que tienes la mejor pareja de la historia del ser humano. Y unos amigos que en tiempos de guerra soltarán la mayor estupidez que se les ocurra para que el humor sea lo primordial. En tiempos de guerra solamente hay que cerrar los ojos y dejarse llevar. Apaguen los televisiones e incendien los periódicos. Hagamos la revolución sabiendo que en casa tenemos compañía. Seamos felices y dientes, dientes que es lo que les jode.
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