31.8.08

Diario de Yo - Entierro en vida

El día que muera nadie verá mi cuerpo inerte, en todo caso mi esposa podrá dormir dos días junto a mi cadáver como hizo Pam con Jim. El olor puede ser un aspecto negativo de este acto.
El día que muera el cristal de mi capilla en el tanatorio se llenará de fotografías, con mi ser como único nexo. La habitación será adornada con guirnaldas, confetis y habrá un encargado de poner música para que la atmósfera se llene acordes y desacuerdos.
El día que muera todos bailarán, lo harán con grata felicidad y emocionados por no poderme ver bailar el día de mi funeral. No habrá lágrimas de miedo, ni de horror, sea cual sea la causa de la desaparición todos lo celebrarán. Habrá canapés y algo de bebida.
El día que muera todos dirán a mi familia lo buena gente que era, les abrazarán y entonarán todos una bella canción cogidos de la mano.
El día que muera seré incinerado con el Hallelujah de Jeff Buckley de fondo. Las cenizas se esparcirán por los espacios que se crean significativos. Aviso: el día que muera no creo que deje gran herencia, sean todos pacientes y comprendan mis necesidades de primera mano.
El día que muera espero haber dejado al mundo en mejor sitio que cuando me lo encontré.

No hay comentarios: