- Y uno y otro y otro...Ya os podíais ir a la mierda todos...
- Señora, no es para tanto.
Sí, lo es. Y es que los ciclistas han invadido la ciudad, somos muchos y como en todas las grandes masas de personas hay un elevado porcentaje de cenutrios que no saben jugar. Aquellos con los que nunca queríamos compartir el Tragabolas ahora se han convertido en el enemigo a dos ruedas, y claro, los demás cargamos la fama. La señora se quejaba de que el otro día un ciclista le tiró en Independencia, y le creo. Mucho loco que piensa que la bicicleta tiene motor y derechos propios. Ojo, que luego están los peatones ven en la nueva situación a la anarquía en el Reino Unido. Ni tan tonto ni tan calvo señora. Aquí estamos los que respetamos los carriles-bici (salvo que no existan) y nos metemos hostias increíbles contra el asfalto. Aquí, los que circulamos con suma preocupación por aceras de más de tres metros. Aquí, los que tenemos que aguantar los insultos de peatones que interfieren por los carriles-bici. Vamos, que nos ha tocado ser mártires en la Zaragoza del 2011. Eso sí, no contaminamos de ninguna manera, nos evitamos atascos y tenemos en mente derrocar la dictadura ejercida por TUZSA en la ciudad (y ojo, que aún así el "Hay untamiento" le debe dinero).
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