9.11.11

Diario de Yo - Confesiones de un consumidor de mierda


No tengo dinero. Mentira, sí que lo tienes pero prefieres guardarlo por si las moscas, total, se lo iba a gastar en vino. La pregunta es ¿en qué te lo gastas tú? En discos, cafés, cervezas, cubatas, películas, ropa, en aparentar que eres mejor (superior) persona, en pagar aplausos y oídos...¿es eso mejor?, ¿lo vas a disfrutar más? Sinceramente no, pero no nos paramos a pensar en ello, la propiedad privada es firme y robusta hasta para el anarkocomunista más hippie de Woodstock '69. Es el gesto lo que delata, el "no me toques que tienes lepra" o el juguetón "tú la llevas". Y creedme cuando digo que la solidaridad es algo con lo que nos podemos limpiar el culo (el ojete, no el trasero) perfectamente, es una pose, una moda. Yo he visto cosas que vosotros no creeríais, rastas con tornillos y camisetas del Ché gorroneando trozos de bocadillo con mas ansia que Carpanta, voces delicadas travestidas y prostituidas en busca de un futuro algo mejor. La España de la que hablábamos hace dos posts se sumerge en el mundo del escupitajo, de la ciencia incierta y del billete marcado. ¿Y queremos cambiar todo ésto? ¿Para qué? Seguiremos negando la limosna para el vino, bocadillo o fanzines comunistas. Seguiremos renegando, comprándonos lo que nos plazca y llorando las injusticias del mundo desde nuestro confortable sillón. Yo por lo menos ya lo he admitido...¿y tú, querido consumidor?

1 comentario:

JL Gracia dijo...

Al final, lo quieras o no, todos vivimos en el capitalismo. La pena es que, si lo piensas, no hay un segundo mundo...está todo tan mal repartido...

Saludos!