Aquí tenéis la crónica que hice para Aragón Musical sobre el concierto de Enrique Bunbury en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza en su paso con la gira de Licenciado Cantinas, enjoy it:
Hacer conciertos redondos, ser un animal escénico y no tener miedo al cambio sean cuales sean las circunstancias tiene un pero: el listón está siempre tan alto que es fácil no alcanzarlo muchas veces. En la vuelta de Bunbury a Zaragoza pienso que el listón se rozó en contadas ocasiones. Esto quizás se deba al poco espacio de tiempo entre visita y visita o a la sobreinformación que tiene el abajo firmante. No pasa nada, el concierto era totalmente disfrutable y así se hizo, claro, todo dependerá del cristal con el qué miremos, de ahí que algunos rostros de los siete mil que había en el Príncipe Felipe (qué miedo me da escribir ese nombre en estos días) estuvieran exultantes y otros totalmente pasivos cual acera de un pueblo fantasma. [Leer la crónica completa]
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