La suerte de un grupo se juega en los directos, es allí donde tiene que
demostrar que no es un producto de rápido consumo, que puede calar hondo
y dejar un regusto en el espectador que a pesar de no estar ávido de
euros, los que tiene los usa para poder soñar. Y los vallisoletanos
Arizona Baby
son un grupo de directo, de los de cerveza en mano, patadas en el suelo
y sudor, mucho sudor. Y da igual que se rompan tres, cuatro o cien
cuerdas de la guitarra que ellos tienen recursos de sobra para sacar
adelante cualquier duelo.
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