Ayer volvían a Zaragoza después de haber sido un segundo plato (ojiplático me quedé) en los pasados Pilares. La Oasis
se antoja como uno de los escenarios preferidos de los murcianos y
muestra de ello fue el show que prepararon para la impaciente masa
social que llenaba el recinto. “Estamos como en casa” anunció Tarque,
y razón tenía, pues el frontman se movió por la escena como el niño
consentido de una familia bien. Hago lo que quiero con mi pelo, ahora
coqueteó por aquí, ahora pandereta por allá. Como un Elvis
salvaje, señalando, besando, fornicando con el escenario y en alguna
ocasión hasta cantando. Esta vez el rock and roll venció a la técnica y
la audiencia agradecida a más no poder. [Leer la crónica completa]
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